
Con lleno a rebosar el Ateneo de Santander, se celebró en la tarde-noche de ayer la presentación de la obra «José María de Pereda y su tiempo», trabajo de Benito Madariaga de la Campa editado en 2003 con aportaciones, en esta edición de 2021, de Tino Barrero y de Manuel Bartolomé García, acto organizado por la Sociedad Cántabra de Escritores en homenaje póstumo a Benito Madariaga, Anthony H. Clarke, Manuel Bartolomé y Serafín Fernández Villazón, que contó con la excelente organización y coordinación de Marino Perez Avellaneda, expresidente de la SCE.
En la presidencia del acto en el Ateneo santanderino, el propio Pérez Avellaneda; la alcaldesa de Santander, Genma Igual; el presidente de la Sociedad Cántabra de Escritores, José Ramón Saiz y el presidente del Centro Gallego, José Antonio Otero.
Eu sus intervenciones, valoraron con emoción la figura y personalidad de los escritores homenajeados. José Ramón Saiz alabó la personalidad de Clarke, destacando que el acto significaba «un desahogo para quienes sentimos tanto su muerte el pasado año», evocando que durante sesenta años vino a Cantabria a conocer y descubrir a Pereda, una entrega que no ha tenido la recompensa necesaria por las instituciones cántabras, «cuando rendir honores no cuesta un euro».
Por su parte, la alcaldesa valoró las magníficas aportaciones de Benito Madariaga a la ciudad de Santander no solo en los más de cuarenta años que ejerció de Cronista Oficial, destacando que nada que se refiriera a Santander dejó de investigar con paciencia y pasión. En los mismos términos se expresó José Antonio Otero, presidente del Centro Gallego, del que Madariaga era socio de honor.
También pasaron por la tribuna de oradores Constantino (Tino) Barrero, coautor y presidente de la Asociación Cultural de Polanco quien destacó la presencia habitual de Anthony H. Clarke en Polanco y toda su dedicación a investigar la obra perediana y Jaime Villamuera Bartolomé, en nombre de su abuelo, Manuel Bartolomé. Tino Barrero, en concreto, desveló el gran interés de Manolo Bartolomé en colaborar en esta edición dando a conocer algunos mensajes que intercambiaron en relación a esta obra reeditada ahora con sus aportaciones por la Sociedad Cántabra de Escritores, que ha coordinado Marino Pérez Avellaneda.
Tras las intervenciones de Barrero y el nieto de Manuel Bartolomé, se inició la parte del acto dedicada a las lecturas de textos de Benito Madariaga, con la participación de Avelino Rodríguez Muriedas, concejal del Ayuntamiento de Polanco; María García de los Salmones, jefa adjunta de Recursos Humanos de Solvay y Chema Ceballos Bustillo, presidente de la Sociedad de Amigos de las Cuevas del Castillo.
Finalmente, realizaron una semblanza sobre la figura y obra de Benito Madariaga de la Campa y los otros homenajeados, Francisco Gutiérrez Díaz, presidente del Centro de Estudios Montañeses (CEM); Eva G. Fernández Ortiz, representante del Grupo ALCEDA y Martín Vega Uribarri, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Cantabria.
Cerró el acto, la escritora e investigadora Celia Valbuena, viuda de Benito Madariaga, para agradecer a la Sociedad Cántabra de Escritores esta iniciativa, evocando la ilusión que sintió Benito cuando le fue concedida la Estela de Oro de las Letras de Cantabria que recibió en un acto académico e institucional muy solemne en el Parlamento de la Comunidad Autónoma.
Animó esta velada literaria de la SCE, Fernando Alonso Fernández a la Viola.
Fue un gran acto que sirvió para recordar la huella humana y literaria de Benito Madarlaga de la Campa, Anthony H. Clarke, Manuel Bartolomé García y Serafín Fernández Villazón. Entre los asistentes que llenaron el Ateneo, se encontraban los anteriores regidores de Polanco, Miguel Ángel Rodríguez y Julio Cabrero, además del director de Solvay, José Luis Zárate, «todos grandes amigos de Anthony H. Clarke», como señaló en su intervención José Ramón Saiz.
















