
Durante las horas de la tarde del miércoles, 5 de febrero y del 6 jueves, se celebraron los actos religiosos de despedida de Carlos Bribián Castro, expresidente de la Sociedad Cántabra de Escritores y Socio de Honor, quien falleció en la madrugada del día 5. Estaba casado con nuestra compañera, la poeta y escritora Digna Mercedes Fernández.
En el Tanatorio de Carrejo, hicieron acto de presencia los directivos Marisa Caballero, la secretaria Gilda Ruiloba, el tesorero Amado Zabala y el presidente, José Ramón Saiz Fernández, quien trabajó en el diario “Pueblo” con Bribián desde los primeros años de los setenta. Tanto Amado Zabala como Gilda Ruiloba depositaron en la sala 2 del tanatorio de Carrejo un centro de flores como ofrenda de las escritoras y escritores de Cantabria. Igualmente, en un periódico local se insertó una esquela de la SCE expresando el sentimiento de todos sus miembros.
En la jornada del 6 de octubre, asistieron al funeral celebrado en Ontoria el presidente y los miembros de la directiva Isidro Rodríguez Castanedo, Marino Pérez Avellaneda, que también ejerció la presidencia y es Socio de Honor 2021 y Amado Zabala. La vicepresidenta, Delia Laguillo, no asistió al encontrarse fuera de Cantabria.
También asistieron Celia Valbuena, viuda de Benito Madariaga y Conchita Gallego, presidenta del Club Piscis, que hace varios años concedió el título de Piscis de Honor a Carlos Bribián, además de la viuda y un hijo, ahijado de Bribián, del periodista, ya fallecido, Manuel E. Marlasca. También participaron en los actos religiosos miembros de la Asociación Cultural Carlos Bribián, así como vecinos de Ontoria y Cabezón de la Sal.
El funeral estuvo cargado de emotividad al interpretarse varias piezas al violín por Fernando, hijo de Digna Mercedes Fernández.
En Río Cabo, cementerio de Torrelavega, donde fue incinerado, estuvo presente la familia y el presidente de la Sociedad Cántabra de Escritores. En el acto religioso previo a la incineración, el sacerdote oficiante tuvo palabras de elogio sentido por el amor a las letras de Carlos Bribián. Por decisión de su viuda, las flores del sepelio se han entregado a la iglesia de Ontoria, lugar en el que en los tres próximos domingos se celebrará una misa en su recuerdo.
