
ELENA ILLERA, miembro de la Sociedad Cántabra de Escrtores (SCE) presentó su cuento para niños TACITA en la Feria del Libro de Torrelavega, donde firmó numerosos ejemplares a visitantes en su editorial Espacio Garcilaso de Antonio Castillo, también socio de la SCE.
Una pequeña obra creativa de gran imaginación que ha sido, además, pintada por la autora, destacada artista del lienzo. Fue, sin duda, una importante novedad de la Feria del Libro para el público infantil.
PRÓLOGO DE JOSÉ RAMÓN SAIZ: COMBINACIÓN DE ARTE Y LITERATURA
El escritor, doctor en Periodismo y Académico de Historia, José Ramón Saiz Fernández, ha prologado esta obra infantil de Elena Illera.
Veamos su contenido:
Elena Illera suma a su reconocida actividad artística sus dotes literarias con este imaginativo cuento que presentamos. Esta artista torrelaveguense, de la Sociedad Cántabra de Escritores y de la Escuela de Arte Pisano, identifica su obra con elementos decisivos que definen historia y protagonismo de nuestra ciudad.
Recuerdo que hace ya algunos años presentamos una exposición de Leni Illera en la Sala Mauro Muriedas cuyos contenidos ya definimos entonces como muy originales a través de la técnica del collage, con dibujos de lugares y hechos significativos de Torrelavega o, dicho de otra manera, memoria viva de la ciudad al mostrarse en la exposición espacios comunes, transformados y relacionados con sus personajes históricos.
Ahora, Elena Illera nos sorprende con este cuento infantil que ella misma recrea artísticamente y que para nosotros representa una innovación importante para la educación y el desarrollo psicológico de los niños y las niñas que tiene como destinatarios, desde la convicción de que con estas iniciativas se fomenta su imaginación y aprendizaje.
La Tacita –título de su cuento- nos ofrece el relato de un cuidadoso arte que incentiva la imaginación de nuestros escolares más pequeños. Este tipo de cuentos como el que nos trae a estas páginas Leni Illera sirven, a mi juicio, para fomentar la identidad con el arte de nuestros niños y niñas.
Está bien, por supuesto, que estudien las ciencias matemáticas y otras asignaturas de valor en la vida profesional, pero el arte, el buen arte, tiene que significar para las nuevas generaciones una apuesta decidida por la belleza, el buen gusto, la tolerancia, la honestidad, la valentía y un largo etcétera de valores que apreciamos.
En definitiva, todos los valores positivos que encierra la vida. Y estos valores se desarrollan en toda su intensidad cuando se combina arte con literatura, como hace en este cuento Elena Illera para fomentar el buen arte y la mejor lectura.

