
Francisco González de Posada nació en Cádiz el 5 de enero de 1942. Es doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Complutense de Madrid. Sería rector de la Universidad de Cantabria en el periodo comprendido entre 1984 y 1986. En la actualidad es catedrático de Física Aplicada en la Escuela Técnica Superior de la Universidad Politécnica de Madrid.
Trabajó en Madrid como investigador del Laboratorio de Hidráulica del Centro de Estudios y Experimentación, donde fue director del Departamento de Hidrología Científica y profesor en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid.
En 1977 obtiene la cátedra de Fundamentos Físicos de las Técnicas en la Universidad de Santander, en la Escuela de Ingenieros de Caminos.
Autor de más de sesenta libros científicos (matemáticas y física), de filosofía y de historia de la ciencia, ha sido director de 15 tesis doctorales y autor de más de un centenar de comunicaciones en Congresos. Ha publicado diversos trabajos en revistas especializadas y ha sido presidente de numerosos congresos, simposios y reuniones científicas.
Su primera publicación es «Álgebra y análisis vectorial y tensorial» que consta de ocho volúmenes de Editorial Alhambra, una obra de carácter técnica y docente.
Posteriormente se ha centrado en la divulgación del científico cántabro más internacional, y ha sido autor de «Leonardo Torres Quevedo en y desde Cantabria». Editada en 1991 por la Asamblea Regional de Cantabria; «Leonardo Torres Quevedo», Madrid, 1992 editado en Madrid por Biblioteca de la Ciencia Española; «Actas Simposios de Leonardo Torres Quevedo» en tres volúmenes (1993, 1994 y 1999) y «Conmemoración del sesquicentenario del nacimiento de Leonardo Torres Quevedo (1852)», editado en Madrid por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales en 2003. También ha publicado «La física del siglo XX en la metafísica de Zubiri», editado en 2001 por el Instituto de España.
González Posada, además de su preocupación por la filosofía de la ciencia y la historia del pensamiento ha sido promotor de asociaciones, reuniones, exposiciones y otras actividades de divulgación científica. En Cantabria creó el Aula de Cultura Científica y promovió la creación del Premio Nacional de Investigación Tecnológica «Leonardo Torres Quevedo», las exposiciones sobre científicos montañeses y el monumento a Leonardo Torres Quevedo que se erigió en Arenas de Iguña, por el que el Ayuntamiento cántabro de Molledo le declararía «Hijo Adoptivo» (1986).
Entre 1973 y 1976 fue presidente de Cáritas Española. También ha sido director del Centro Científico Cultural Blas Cabrera en Lanzarote (1995-2004) y director de los cursos de verano universitarios en Lanzarote (1996-2004). Desde 1983 es presidente de Amigos de la Cultura Científica.
Desde 1984 hasta 1986 fue rector de la Universidad de Cantabria, el tercero que tuvo esta institución después de Gómez Laá y Ortiz Melón. Durante su mandato la Universidad de Santander pasaría a denominarse Universidad de Cantabria (1984) y ese mismo año González Posada puso en marcha los primeros cursos de verano de la UC.
Es académico numerario de la Real Academia Nacional de Medicina (1998), académico de honor de la Real Academia de Medicina de Cantabria (2000), académico honorario de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz (2002), académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Feernando (2002), académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija «Luis Vélez de Guevara» (2002), académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia (2002), académico numerario de la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote (2003), académico correspondiente de la Real Academia Hispano Americana (2003), académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz (2005), académico honorario de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada (2005), asambleísta de la Asamblea Amistosa Literaria (2004) y miembro de número del Instituto de Estudios Canarios (2005).
También está galardonado con la medalla de honor al Fomento de la Invención (1995).