Por José Ramón Saiz Fernández

La flor y la nata de la sociedad lebaniega en el acto de Castro Urdiales y en el del Centro de Estudios Lebaniegos de Potes, donde actuó la Coral de Liébana.
Lo más importante, sin duda, ha sido el reconocimiento de las letras de Cantabria a uno de los grandes de nuestro pensamiento actual, el jurista y académico Ángel Sánchez de la Torre, a quien sus padres, Epifanio Sánchez Mateo y María Luisa de la Torre, le inculcaron de niño, como al resto de sus hermanos, la vocación por el esfuerzo y el estudio. Esta ha sido una constante en los valores de Liébana, que han triunfado plenamente en la biografía de este gran hombre que nunca quiso honores, pero que la sociedad y, en este caso, los escritores de Cantabria y sus instituciones, le han querido premiar en el año que ha cumplido los noventa años, de los que setenta y cinco viene siendo miembro de la Cofradía de la Santísima Cruz, sin duda el más veterano de todos sus componentes de la que por derecho propio es ya una asociación milenaria.
Fueron muchos los lebaniegos que quisieron acompañar al Dr. Ángel Sánchez de la Torre, catedrático emérito de Filosofía del Derecho, de reconocido prestigio en las universidades europeas y como bien se define “lebaniego hasta los tuétanos”, con una trayectoria profesional impecable a lo largo de toda una vida de trabajo y de investigación, exvicepresidente del Instituto de España y académico de número de las Reales Academias de Jurisprudencia y Legislación y Doctores de España.
Aunque el acto se celebraba en la otra punta de la comunidad, allí estuvieron en el acto multitudinario del Castillo-Faro de Castro Urdiales todos los que tenían que estar desde el respeto y el afecto en la fiesta, además, de San Beato: los alcaldes Jesús Cuevas, Javier Gómez y Jesús Fuente, de Cillorigo de Liébana, Potes y Cabezón de Liébana, respectivamente. También, se encontraban Elías Hoyal, párroco de Potes y arcipreste de Liébana; Rosa María Mier y Ernesto Alonso, en representación de la Agrupación Lebaniega de Santander; Javier Lombraña, presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz, el escritor Pedro Álvarez y otras significadas personalidades, familiares y amigos.
En el acto se dio lectura a reseñas de escritores cántabros fallecidos leídos por dieciocho personas vinculadas con la vida social, política y cultural de Cantabria, destacando las realizadas por el alcalde de Cillorigo de Liébana, quien leyó unos textos de Arturo Casanueva y Elías Hoyal, párroco de Potes, con lectura de José María de Cos y Macho, cardenal y teólogo.
Comenzó el acto con la actuación del Ochote Ardual, que interpretó varias canciones a lo largo del evento, para, a continuación, tomar la palabra el presidente de la SCE, Isidro Cicero, quien aseguró que dignificar el oficio de escribir y darle visibilidad en la sociedad actual es el gran desafío de esta organización. Cicero se refirió al oficio del escritor y su capacidad para transformar en obra escrita «lo que ve y lo que siente».
A la cita de Potes, celebrada unos días después en el Centro de Estudios don Desiderio Gómez Señas se sumaron otras personas de relieve institucional, como el alcalde de Camaleño, Oscar Casares, el sacerdote y párroco de La Vega, Manuel Muela, el representante de la Asociación de la Santa Cruz, Ángel Guzmán Gutiérrez, que representó en el acto al querido médico e Hijo Predilecto de Cillorigo, Juanito Álvarez Lombraña, así como el relevante periodista de El País y exdirector de Hoja del Lunes, lebaniego de Tollo, Juan González Bedoya.
Ángel Sánchez de la Torre, muy emocionado por el reconocimiento, recibió la Estela Oro de las Letras de Cantabria 2019, de manos de la vicepresidenta del Gobierno cántabro, Rosa Eva Díaz Tezanos; el anagrama de la Sociedad Cántabra de Escritores, de Isidro Cicero, presidente de la Sociedad; un retrato realizado por el socio Javier González Malagón, y un poema leído por Delia Laguillo y escrito por el también socio y miembro de la junta directiva, Víctor Abascal, que no pudo asistir al acto. Como colofón del acto, el también jurista, escritor y académico, Pedro Crespo de Lara, siempre brillante, dio lectura a la “Laudatio” glosando la figura del homenajeado.
La vicepresidenta y consejera de Universidades e Investigación, Eva Díaz Tezanos, aseguró durante la celebración del Día de las Letras, que «en una sociedad comprometida con el progreso, la cultura es un elemento esencial para desarrollar plenamente una ciudadanía democrática«. Tras su intervención, impuso a Ángel Sánchez de la Torre la Estela de Oro de las Letras, indicando sobre su figura que «es un humanista orgulloso de sus raíces lebaniegas, especializado en sociología y en derechos humanos que a lo largo de su vida profesional se ha dedicado a dos de mis grandes pasiones: el derecho y el magisterio«.
EMOTIVA INTERVENCIÓN FINAL DE SÁNCHEZ DE LA TORRE
Por su parte, en un discurso improvisado el Dr. Sánchez de la Torre dijo: «Les aseguro que este galardón me está haciendo cambiar la vida, porque he sido feliz no siendo ni envidiado ni envidioso. Y después de escuchar todas las exageraciones que se han dicho de mí en este acto, sobre todo por Pedro Crespo de Lara (leyó la ‘Laudatio’), voy a ser demasiado envidiado. Me ha puesto demasiado arriba y eso nunca me va a gustar ni a producir buen efecto en un futuro». Sánchez de la Torre aseguró, además, que va a ser envidiado porque la «condecoración» que recibió «podría representar el principio del mundo, de donde salen los rayos hacia el infinito, casi representando a lo que ha de ser Cantabria. El mundo empieza de nuevo a través de esta estela». «Además, me voy a volver envidioso por ver cómo un grupo de gente generosa pone en su sitio a los escritores».