María Teresa de Huidobro Yglesias
[ Poetisa, actriz y directora de teatro | Santander, 1911 – 1997 ]

Era hija de Gabriel de Huidobro de la Cuesta y Avelina Yglesias Mons, cabeza de una conocida y respetada familia burguesa santanderina. En su vivienda sita en el Paseo de Pereda santanderino residía junto al resto de sus hermanos Gabriel, Carlos, Ricardo, Amalia, y Luisa. El ambiente familiar en que se movían los Huidobro se circunscribía al entorno de esa casa, conocida en la capital cántabra de aquella época como “La capilla del arte”. En este entorno familiar sobresalía una gran pasión por la música, heredada de su abuela paterna, Luisa de la Cuesta Spotorno, y se respiraba un extenso ambiente cultural en todas sus facetas. De ella se dice que tenía muy buena voz llegando a dar clases de canto, y se interesa bien pronto por la literatura y destaca en la interpretación, participando en algunas obras y recitales a nivel familiar. En 1929 interviene públicamente como actriz en una comedia titulada El eterno modernismo.  Dirigió el grupo escénico “Cámara y Ensayo” de Santander. En 1934 conoció a Nicolás González Ruiz cuando participaba como alumna en un curso de la Universidad Católica de Verano, quien le animó a dedicarse profesionalmente a la literatura, cosa bastante excepcional en una mujer de aquella época.

En el año 1940 escribió la novela inédita Turris ebúrnea y en 1942 obtuvo un premio en el concurso literario organizado por la Asociación de la Prensa de Santander. Estuvo muy vinculada literariamente al grupo creador de la revista Proel, en la que publicó sus poemas, así como en otras revistas como La Isla de los ratones de los años cuarenta. Su obra poética ha sido incluida en numerosas antologías. En 1948 publicó Por caminos del aire, un poemario dividido en tres secciones denominadas: 1. Canciones en la mano, 2. Poemas del corazón, y 3. Ansia de luz. En total son 60 poemas de los que 19 son sonetos, que tratan temas como el amor, la soledad, la naturaleza y Dios, la mayoría de los cuales, sobre todo los amorosos, están imbuidos de sentimientos de añoranza, ensoñación y esperanza. En ocasiones se produce cierta ambigüedad no quedando claro si los dirige al ser amado terrenal o a Dios, a quien se ofrece directamente en el último poema titulado “Mi muerte”. La otra publicación, titulada Sobre el haz de la tierra (1950) es un libro de cuentos, ilustrado con viñetas de Carlos Mirapeix, y editado por la “Biblioteca Alción”, que ese año publicaba un libro de Francisco Cubría, y otro más de A. de la Lama Ruiz-Escajadillo al año siguiente.

A su muerte en Santander apenas hubo reseña alguna del suceso en la prensa local. De esta injusticia se hacía eco María del Carmen González Echegaray: “Hace casi un año falleció María Teresa de Huidobro, en el silencio voluntario en que había estado oculta en el último periodo de su vida. Los que fuimos sus amigos nos sentimos sorprendidos y apenados”. Este año se conmemora a la vez el 100 aniversario del nacimiento y 25 de la muerte.