
La Sociedad Cántabra de Escritores, a través del presente comunicado, quiere mostrar su desacuerdo y oposición a la retirada del retablo de la iglesia de La Compañía, de Santander, pintado y donado en 1953 –se cumplen ahora setenta años- por María Mazarrasa Quijano. En este sentido, consideramos que una decisión como la anunciada, representa una vulneración flagrante de la Ley de Propiedad Intelectual que los poderes públicos deben hacer respetar.
Consideramos que la opinión tanto del Consejo Parroquial como del Obispado que consideran a la obra como de “transición”, es a nuestro juicio claramente errónea, más teniendo en cuenta la necesidad de conservar arte antiguo, de reconocido valor, que como en el caso que nos ocupa estimamos que sirve para patentizar la importancia que ha tenido en el trabajo y la imaginación de artistas de nuestra tierra como el caso de María Mazarrasa Quijano.
Aunque no es costumbre de esta Sociedad Cántabra de Escritores opinar públicamente sobre temas como el que nos ocupa, lo hacemos en este caso al entender que al margen de la calidad artística de la obra, corroborada por expertos acreditados, existen a nuestro juicio valores que deben respetarse como así estimamos en este caso ya que el retablo en cuestión representa la fecunda aportación de una artista reconocida a dar valor y brillo en patrimonio artístico a una iglesia de la capital cántabra.
Por ello, no podemos obviar la trayectoria de la autora, desde que en 1934, teniendo la artista 27 años, el escritor Manuel Llano le dedicara el capítulo “Colores” en su novela La Braña, una muestra del valor de su creatividad artística no ignorando, además, que en 1940 pasó dos años en La Academia Española de Roma, en plena guerra mundial y que en la década siguiente, en el discurrir de 1951, Proel le dedicó una exposición, escribiendo el consagrado poeta José Hierro por primera vez sobre su pintura.
Poco después, en 1953 y 1954, expuso en la galería “Sur” (junto a Fernando y Ramón Calderón, así como con Julio de Pablo, Ángel Medina, Agustín Celis, Eduardo Sanz y otros) y en la sala “Delta”, dirigida ésta por el recientemente fallecido Ángel de la Hoz.
Ese este año, María Mazarrasa pintó el retablo de La Compañía, que nos ocupa, y poco después el de San Martín de Tours en la parroquia de Mazcuerras.
En 1979, ya fallecida, pudieron verse óleos suyos en la I Exposición de pintoras y escultoras de Cantabria, celebrada en el Museo Municipal de Bellas Artes, junto a pintoras como María Blanchard, Luz de Alvear, Carmen Álvarez Lavín, etc.
Recordamos, igualmente, que hace unos años, en 2018, Enrique Campuzano organizó una exposición en el Museo Diocesano de Santillana del Mar, el mismo donde se pretende ahora guardar parte del retablo destruyendo la integridad que le confirió la autora (véase capitulo III Sección 1ª, Derecho Moral art. 14 de la Ley de Propiedad Intelectual, abril de 1996). El comisario de aquella exposición fue Fernando Zamanillo.
En 2019 hubo otra en Los Corrales de Buelna, siendo comisaria Laura Cobo, con un extenso catálogo en el que escribieron la propia Laura Cobo, Miguel Ángel Aramburu-Zabala, Noemí Méndez y Lucía Mazarrasa Llosa. La exposición, sin las obras religiosas, se repitió en la Sala “Bretón” de Astillero a principios de 2020.
Y, finalmente, la Asociación ASELART Mazcuerras, organizó otra en 2021 en la “Casa gótica” de este lugar, incluyendo visitas guiadas al retablo de San Martín.
Para terminar, queremos dar a conocer un hecho que no podemos ni debemos obviar en el asunto que abordamos y es que en España solo hay dos retablos pintados por una mujer, los dos en Cantabria, y por la misma artista.
Todo lo expuesto nos lleva a pedir a las autoridades eclesiásticas a reconsiderar su decisión y a mantener el retablo donado por María Mazarrasa en la iglesia emblemática de La Compañía.
