La climatización de ozono y las medidas anti covid-19 hacen de la librería solidaria AMICA un espacio seguro

Por Isidro Cicero

Rodríguez Castanedo, coordinador de Voluntarios de la SCE.

El miércoles día 8, se abrieron de nuevo las puertas de la Librería Solidaria AMICA; durante cuatro meses un grupo de voluntarios pertenecientes a la Sociedad Cántabra de Escritores, o vinculados a ella, habían estado manteniendo activa esta librería, pero, desde el mes de marzo, hubo que echarle el cierra por precauciones sanitarias.

AMICA y la SCE reabrieron las instalaciones después de hacer todo lo humanamente posible por garantizar las medidas de prevención sanitaria que den seguridad tanto a los voluntarios que acuden a realizar su compromiso solidario, como a los clientes que acuden a comprar.

La persona que subió la persiana metálica y abrió la puerta del local de la calle Coro Ronda Garcilaso el miércoles 8 de julio fue Isidro Rodríguez Castanedo. Fue el primero que entró. A Rodríguez Castanedo la Junta Directiva de la Sociedad Cántabra de Escritores le había encomendado la coordinación de los Voluntarios del Libro; él mismo es escritor y ha ejercido como tesorero de la SCE en diferentes mandatos.

¿Qué sensación experimentaste el 8 de julio al abrir la puerta por primera vez desde que le echamos el cierre a mediados de marzo?

Me pareció estar levantando el telón de una obra de teatro o corriendo las cortinas para redescubrir lo que había permanecido oculto durante tanto tiempo. Cuando pulsé el interruptor de la luz, permanecí en silencio durante un rato, contemplando todas las estanterías.

Y te emocionaste, seguro.

Sí. Recorrí con la vista los miles de libros de las estanterías que volvieron a brillar bajo una nueva luz, noté la frescura del aire que entraba por la puerta abierta de par en par y pensé que habían sido muchos días sin poder visitar este espacio mágico en el que las palabras escritas habían permanecido encerradas.

Es curioso, los libros que vendemos aquí han estado varias veces confinados: una, durante estos cuatro meses de estado de alarma y, antes meses o años en las bibliotecas de sus antiguos propietarios, las personas que nos los han donado.

Son volúmenes acostumbrados al silencio y a la oscuridad. Uno se los imagina como sintiendo cierto temor a quedarse en el camino del olvido, después de la ilusión que encontraron en recuperar la vida cuando empezaron a recibir visitas de tantos cientos de personas, que vinieron a la Librería Solidaria buscando fantasía, ficción, historia, misterio y todas esas experiencias que solo se pueden descubrir con la lectura.

¿Cuáles son las principales medidas de prevención sanitaria que habéis puesto en marcha para garantizar la seguridad de las personas?

En la Librería Solidaria hay una “nueva atmósfera”, potenciada por el ozono que ha instalado AMICA para limpiar e higienizar el ambiente. Puedo decirte que se respira con total tranquilidad. Esta y las nuevas medidas sanitarias que se pueden ver en la cartelería que hemos editado, preservarán la seguridad de los voluntarios y de los clientes. De hecho, creo que todo ello hará de esta librería un espacio seguro en el que podamos encontrar el libro que estamos buscando, y en ocasiones descubrir alguno inesperado.

Será obligatorio lavarse las manos con nuestro gel hidroalcohólico, No se podrán tocar los libros sin la protección de guantes. El aforo está limitado a 12 personas. No está permitido el uso de los aseos. Pero, sobre todo, recordaremos en todo momento a todos los que se acerquen a la librería sean voluntarios o clientes que la pandemia COVID 19 sigue activa y que neutralizarla es cosa de todos y cada uno de nosotros.

¿Los voluntarios y voluntarias tienen que realizar alguna labor preventiva más?

Sí, cada voluntario tiene que hacer ciertas labores de limpieza todos los días, al cerrar la librería: limpiar y desinfectar todas las superficies que han estado en contacto con las manos, por ejemplo, los mostradores, los pomos de las puertas, los pasamanos, etc.

¿Hay alguna otra recomendación que hayáis puesto en marcha?

La materia básica de esta librería son los libros donados por la gente y hasta ahora algunas personas acudían a este local a entregar sus volúmenes. A partir de ahora esta posibilidad ha quedado eliminada. Aquellas personas que quieran donar libros, que por favor llamen al teléfono de AMICA 942225864 y ahí les informarán sobre cómo hay que hacer.

En resumen, la Librería Solidaria es un espacio seguro.

Pues creo que sí. Como podéis observar, se han tomado medidas de precaución y de control para que la Librería Solidaria sea un lugar seguro y limpio. El resto lo ponen los voluntarios con su entrega y amabilidad.