Víctor Fernández Llera
[ Educador y humanista | Hoznayo, Entrambasaguas, 1850 – Santander, 1923 ]

De familia de labradores, pero acomodada, con posesiones en el lugar de Término, ayuntamiento de Entrambasaguas, al que también pertenece Hoznayo, llegó a ser un prestigioso humanista y educador. Tras hacer el bachillerato en el Instituto de Santander, pasó a estudiar Filosofía y Letras en Valladolid y en Madrid, donde entabló buena amistad con Marcelino Menéndez Pelayo que era seis años más joven que Víctor, pero con el que se entendía perfectamente. En sus clases solía referir cuando en una ocasión representó “Don Juan Tenorio” de Zorrilla con sus alumnos y se encontraba entre el público don Marcelino, “Marcelinín, que era por entonces una ratuca”.

Durante muchos años fue uno de los habituales conferenciantes del Ateneo madrileño. En 1889 ganó la cátedra de latín y castellano en el “Instituto Provincial de Segunda Enseñanza Alfonso X El Sabio” de Murcia, en el que permaneció hasta que regresó a Santander en 1908 para dirigir el Instituto Provincial. Fue asimismo un pedagogo entusiasta, autor de una Gramática y vocabulario del Fuero Juzgo, obra que fue premiada en 1902 por la Real Academia Española (RAE), de la que se conserva la edición póstuma de 1929. También escribió Las seis comedias de Publio Terencio Africano (1890) y su obra autobiográfica Memorias y confesiones de Juan de Hoznayo (1921), que comenzó a publicar con el seudónimo de “Juan de Hoznayo” en La Atalaya y en la Revista de Santander (1931), pero que quedó inconclusa, así como otras obras más. También colaboró en El Cantábrico.

Publicó varias traducciones de Cicerón en la prestigiosa “Biblioteca Clásica”. En 1878, con motivo de las inundaciones de Murcia, Alicante y Almería, publicó una oda de inspiración neoclásica. También es autor de Análisis gramatical de las lenguas latina y castellanas (1891) y Programa de nociones de derecho usual (1894). Participó en el libro Estudios de erudición española (1899) en homenaje a Menéndez Pelayo y escribió Gramática y vocabulario de Berceo, escrita hacia 1899 inédita, además de Don Bustos, novela inédita cuya acción se desenvuelve en un pintoresco pueblo cercano a Santander.

En febrero de 1908 regresó a Santander para tomar posesión como catedrático de latín y castellano, puesto en el que permaneció hasta julio de 1920. Durante esa etapa publicó Programa de gramática castellana (1908) y Análisis gramatical de las lenguas latina y castellana, seguido de los primeros ejercicios de traducción y composición (1913). Incongruencias y desplantes (1915) es una obra de reflexiones íntimas sobre la decadencia de España. En 1920 aparecería El fuero de la villa de San Emeterio (Santander).